No pasa el tiempo por mi alma,
congelado ha quedado el tiempo.
En la soledad de los atardeceres
te busco en la pequeña gruta,
donde encontré parte del cielo.
Mi viejo corazón de piedra
late por volver a verte.
A mi Virgen Morenita,
que una noche ví entre estrellas.
A la Señora celestial,
pureza entre resplandores.
Algún día volverás,
para llenar de caricias
mi viejo corazón,
que cansado de esperar
sueña alegres primaveras,
para verte pasear
por caminos y veredas,
que hace tiempo yo pisé
encontrándote... mi Reina.