Villanueva de la Reina es un pueblo muy arraigado a la devoción de la Virgen de la Cabeza, asistiendo a todos los actos y acompañando a las cofradías en sus diversos pueblos cuando celebran su festividad particular a la Reina de Sierra Morena, así como su asistencia a la Romería de Abril.
Durante estos días, Villanueva de la Reina, ha celebrado los actos en honor a la Morenita que se venera en el pueblo. Tras la Novena, el Sábado 28 de Mayo, se celebraba en la Parroquia Natividad de Nuestra Señora, la Misa principal en honor a la Morenita, donde se entregaban las medallas a los nuevos hermanos mayores y se otorgaba hermana mayor de honor a la comandancia de la guardia civil de Jaén.
La misa fue oficiada por el párroco del pueblo y acompañada por un coro romero. La cofradía de Villanueva de la Reina estuvo arropada en todo momento por diferentes cofradías filiales que acompañaron a la Imagen por el itinerario de su procesión, así como la Cofradía Matríz de Andújar, cuyos abanderados portaron también las banderas de la cofradía de Villanueva.
Para este año, la imagen de la Morenita lucía un manto celeste con saya en blanco, acompañada por decenas de fieles en su recorrido en la tarde noche del Sábado.
Deshojando los domingos de Mayo, el calendario devocional de la Virgen de la Cabeza nos convocaba en Villanueva de la Reina. La mañana del 25 de Mayo, soleada en primavera, despertaba entre cohetes anunciando el procesionar de la Morenita en el pequeño pueblo jiennense, tierra de campiña bañada por el río Guadalquivir. Una población estrechamente vinculada a Andújar.
Hasta Villanueva de la Reina se trasladaron cofradías filiales de la Morenita invitadas para la fiesta grande, de igual modo hizo la cofradía Matríz de Andújar para acompañar a la Madre de Dios en su procesionar por las calles villanoveras.
La Virgen de la Cabeza fue portada a hombros de sus anderos, participando para la ocasión miembros de la Asociación mariana de Anderos de María. La Virgen lucía un vistoso manto en terciopelo de color rojo con bordados en oro, adornando el paso de la Virgen con un bonito exorno floral propio en el mes de María.
Entre redoblar de tambores, cohetes y música propia en el mundo de la Morenita, la Virgen procesionaba majestuosa un año más por las calles de su pueblo, donde no faltaron petaladas desde los balcones, donde los vecinos del pueblo esperaban el paso de la Morenita para bañarla entre piropos y flores.